Escenarios
Museo de Navarra
El hogar de Juancho, un personaje bastante singular que tiene predilección por echarse la siesta a pierna suelta en sitios cerrados. ¡Ojo! No tiene buen despertar.
Desde 1956, el Museo de Navarra tiene su sede en el antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia de Pamplona, localizado junto a las murallas en el extremo noroeste del casco antiguo.
Ayuntamiento de Pamplona
Los ediles de distintas épocas deberán enfrentarse a toda una serie de sucesos inexplicables y poner toda la carne en el asador para librar a la ciudad de una de sus peores pesadillas.
El actual edificio se construyó entre 1753 y 1759, según el proyecto del maestro Juan Miguel de Goyeneta. Su conocida fachada, que mezcla el barroco tardío y el estilo neoclásico (siglo XVIII) es de José Zay y Lorda y el repertorio escultórico pertenece a José Jiménez.
Hotel Tres Reyes
Situado en los Jardines de la Taconera, este emblemático establecimiento será espectador de un suceso de lo más puntiagudo.
Inaugurado el 1 de abril de 1963, este hotel situado en el casco histórico de la ciudad ha alojado en sus habitaciones a personalidades como Rafael Alberti y Orson Welles.
Instituto Plaza de la Cruz
Según el autor del manuscrito de Ocho Velas, este pudo ser el primer lugar en que se acuñara el término PTV.
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Café Iruña
Una novela sobre un PTV no podía empezar en otros lugar que no fuera el café Iruña.
Presidiendo la Plaza del Castillo, es un referente de la hostelería de la ciudad. Inaugurado en el año 1888, las lámparas de época, sus grandes espejos, policromados escudos, sillas Thonet… dan vida a un enclave singular de éxito desde el mismo día de su inauguración
Iglesia de San Nicolás
El párroco de San Nicolás se llevará un buen susto en uno de los sucesos más sobrecogedores de la novela.
La parroquia de San Nicolás, que data del siglo XII, no nació sólo para atender oficios religiosos sino, sobre todo, para servir de bastión militar y defensivo de los vecinos de su burgo, del mismo nombre, siempre enfrentado con los otros dos burgos de la ciudad (Navarrería y San Saturnino).
Pasaje de la Jacoba
El epicentro de las aventuras fantasmagóricas de Ocho Velas, escenario donde una supuesta dama blanca se dedica a lanzar los trastos a todo aquel que lleva pantalones.
Ubicado en el corazón de la ciudad, el Pasaje o pasadizo de la Jacoba, es una vía que comunica la Plaza del Castillo con las calles Pozoblanco y Zapatería.
Biblioteca de Navarra
Los libros esconden muchos secretos. Las bibliotecas tienen muchos libros.
El año 2020 la Biblioteca de Navarra celebró su 150 aniversario. Tras una primera ubicación en la Plaza San José, la biblioteca ha pasado por distintas localizaciones de la ciudad hasta establecerse en la actual en el Paseo Antonio Pérez Goyena.
Fuerte de San Cristobal
Originalmente denominado Fuerte de Alfonso XII, fue ideado como fortaleza para la defensa de Pamplona. Posteriormente, cuando fue empleado como prisión, fue protagonista del mayor intento fuga de presos de la historia de España. Muchos de aquellos presos fueron abatidos o reencarcelados, quedando sus restos en el lugar.
Desde hace muchos años ha sido un foco de interés para los investigadores de fenómenos paranormales.
San Gregorio y San Nicolás
Disponer de poco tiempo y tener pocas pistas siempre es una dificultad para una investigación policial. Los detectives tendrán que sudar la gota gorda para obtener información de unos chavales que no están muy dispuestos a colaborar.
Las calles San Gregorio y San Nicolás, conformando una hilera de bares y restaurantes, son un bullicioso punto de encuentro de los habitantes de Pamplona.
Parroquia de San Martín (Arbeiza)
Si hay alguien a quien temen los espíritus malignos es a la señora que vive en esta casa.
Arbeiza fue uno de los puntos de peregrinaje más importantes de Navarra desde el siglo XV hasta comienzos del XX. Hasta este punto acudían gentes de la propia Navarra, La Rioja, Aragón y resto de provincias cercanas en un radio de unos 200 km, atraídos por la influencia de la Virgen de los Conjuros.
Capilla de San Fermín
Según las crónicas de la prensa, cientos de pamploneses, alarmados ante la avalancha de muertes inexplicables, se encomendaron a San Fermín.
La capilla de San Fermín está ubicada en la parroquia de San Lorenzo, y es lugar de culto y visita de miles de personas. Las fiestas en honor a San Fermín, los sanfermines, ponen a Pamplona en el mapa internacional todos los años entre el 6 y el 14 de julio.